Por Katia Espinosa Osnaya
Con motivo de las fiestas del centenario de la revolución en nuestro país se tiene planeado una serie de festejos los cuales comenzaron a partir del pasado 11 de noviembre con la inauguración de la muestra Madero en la ruta de la revolución, los festejos para esta magna celebración abarcan desde exposiciones conmemorativas, mesas redondas de análisis, talleres infantiles, juveniles y familiares, películas, así como la restauración del denominado monumento a la revolución, ubicado actualmente en la plaza de la República.
Parece paradójico que en la actualidad hagamos referencia a la revolución mediante el monumento señalado, perdiendo de vista el hecho de que se trata de un edificio que pese a su restauración actual está incompleto, habiendo sido el Presidente Porfirio Díaz la persona que puso la primera piedra edificio planeado para establecer el palacio Legislativo; monumento que no alcanzó a concluirse debido a las luchas revolucionarias, para posteriormente comenzar a desmantelarse e incluso se pensó en su demolición, hasta que fue propuesto como monumento a la revolución por el arquitecto Carlos Obregón Santacilia, habiendo sido adaptado en los años 1933 a 1938.
En la actualidad en el monumento se encuentra ubicado un mausoleo como recinto funerario donde permanecen los restos de Venustiano Carranza, Francisco I. Madero, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas y Francisco Villa, todos ellos personajes ilustres de la revolución y años posteriores, habiendo sido héroes con ideologías muy distintas entre sí, confinados a permanecer expuestos al público en conjunto. Así también se encuentra ubicado en el sótano el Museo Nacional de la Revolución inaugurado el 20 de noviembre de 1986, el cual muestra la historia de México y tiene la exposición permanente llamada “Sesenta y tres años en la historia de México 1857-1920”.
Para los festejos de este centenario el paradójico monumento ha sido remozado, colocando en la parte superior una la cúpula como mirador abierto a todo público al cual se puede llegar a través de un elevador de cristal ubicado en el centro del monumento y para rematar se tiene planeado un espectáculo de luces y sonido que conmemoran tal acontecimiento.
De todos los festejos preparados por los gobiernos tanto Federal como Local, han sido pocos los objetivos logrados, ya que todavía queda pendiente la torre de bicentenario y el nuevo senado de la República construido en Reforma. Parce mentira que el monumento que ubicamos actualmente los mexicanos con ese movimiento social revolucionario, aquel que no pudo cumplir su objetivo y fastuosidad inicial nos sirva ahora para conmemorar estos cien años tan representativos y haya sido uno de los pocos objetivos cumplidos para este festejo tan importante, debemos esperar que la restauración y espectáculos a realizarse en este monumento representen no sólo un gasto más, sino a la nación satisfecha de tener una identidad propia que continúa en la búsqueda de una justicia social e igualdad de condiciones para la población.
ORGULLO PATRIO EL HIMNO NACIONAL MEXICANO
Colaboradora de Akbal Magazine
Comienza el día en nuestro país, todos los días a las 6 de la mañana exactamente en los albores de la mañana y antes de comenzar la transmisión oficial en las radiodifusoras y televisoras mexicanas se entona con ahínco el Himno Nacional Mexicano, ya sea para el caso de las televisoras con paisajes que recorren el territorio nacional acompañadas de los canticos de coros, o en su caso, hablando de radiodifusoras, únicamente se entona el himno nacional dando pauta a la transmisión oficial del día.
En nuestro país y de forma posterior al movimiento de independencia, fueron varios los ensayos por elaborar un himno nacional mexicano, dándose los primeros intentos el 28 de julio de 1821 fecha en la que José Torrescano compuso el primer himno nacional basándose en el plan de Iguala, intento que no fue del agrado popular, las tentativas continuaron a los largo de los años, hasta que en 1845 la Academia de San Juan de Letrán sacó una convocatoria a fin de obtener un himno respetado por los mexicanos y hacia el exterior, en dicha convocatoria se recibieron 30 propuestas de las cuales 2 fueron las finalistas , sorpresivamente se trataba de propuestas, por un lado de un estadounidense y por otro un poeta mexicano que acompañaba su composición con música de un austriaco, composiciones que tampoco fueron del gusto popular.
Posteriormente existieron varias propuestas de himno nacional sin embargo, ninguna dio fruto alguno. Para el año de 1853 el presidente Antonio López de Santa Anna convocó a un concurso para escribir la letra del himno nacional, Francisco González Bocanegra poeta mexicano, sin interés alguno en participar se vio involucrado en la composición de la letra de himno nacional al haber sido literalmente encerrado por su novia, causa por la que produjo una composición integrada diez estrofas con la ayuda de varios elementos alusivos que habían sido colocados dentro de la habitación donde se encontraba cautivo, estrofas que posteriormente ganarían el concurso en 1854.
Posteriormente se buscó la música acorde para la composición llevada a cabo por González Bocanegra, a lo cual resultó ganador Giovanni Bottesini, personaje que fue rechazado como ganador, provocando una segunda edición del concurso en la cual se eligió como ganador a Jaime Nunó Roca director de varias orquestas militares, el cual resultó ganador con el tema “Dios y Libertad”, música elegida el 12 de agosto de 1854.El Himno Nacional se cantó por primer vez con letra y música ese mismo año para el día de la Independencia, en el teatro San Anna (hoy conocido como Teatro Nacional de México).
A partir del México independiente varios fueron los intentos por producir un Himno Nacional Mexicano, que nos identificara como nación, que diera en sus acordes y letra el espíritu combativo de su población, llegando a un producto terminado de la más alta calidad, considerado hoy en día como uno de los más bellos del mundo, compuesto por diez estrofas, que es entonado con gran fervor el día lunes en todas las escuelas en los honores a la bandera o en los eventos cívicos.
Con los festejos del bicentenario de la Independencia, el gobierno federal distribuyó en todos los hogares mexicanos, ediciones literarias que hablaban de los héroes nacionales más representativos, cercanos al mes de septiembre se recibieron ediciones que contenían el lábaro patrio que a fines de ese mismo mes sigue ondeando en varias casas, una de estas ediciones incluía el texto completo del Himno Nacional Mexicano, muchos fueron los opositores a esta conducta por parte del gobierno federal, criticando su proceder alegando las cantidades de dinero gastadas en tales repartos, sin embargo es preciso señalar que en su gran mayoría, la población mexicana desconoce los símbolos patrios, es frecuente ver en los medios de comunicación masivos el equívoco que sufren cantantes, artistas y la población en general al momento que se le cuestiona sobre su identidad nacional, varios son los casos en que cantantes invitados a interpretar el Himno Nacional en eventos de trascendencia olvidan los acordes, la letra e incluso se han puesto a tararear quedando en el mayor de los ridículos, evidenciando el desconocimiento de los más elementales símbolos nacionales, de tal forma resulta por demás justificada la distribución de los ejemplares gratuitos, la entrega del himno nacional completo en cada una de las casa mexicanas y su transmisión en radiodifusoras y televisoras, y si bien es cierto como país tenemos necesidades monetarias cuantiosas y problemas sociales, el gobierno debe buscar la forma de solventar cada una de ellas sin olvidar ningún aspecto social, siendo parte importante la identidad de la población con su Nación, debemos reforzar el conocimiento de nuestra basta historia nacional, nuestros símbolos patrios plagados de búsqueda por una Nación auténtica con características propias a fin de encaminar nuestros pasos en la búsqueda de doscientos años más de libertad.
