AKBAL.MAGAZINE

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sábado, 12 de marzo de 2011

MARZO 2011


CUÁL ES LA MEJOR MANERA DE ALMACENAR NUESTROS VINOS?
Las botellas suelen romperse muy seguido por ser mal transportadas, por lo que las cajas cada vez más tienden a la horizontalidad al ser transportadas, ya que genera más seguridad. Se prefiere llevarlas horizontalmente también porque la botella, al estar recostada, permite que el vino esté en contacto con el corcho, dándole la humedad que este necesita para mantenerse bien ajustado.

Pero las botellas de pie también ofrecen sus ventajas, ya que boca arriba uno puede leer sus etiquetas sin mayor dificultad y los sedimentos caen al fondo. Pero esto hace que el corcho no tenga el contacto necesario con el vino para humedecerse, logrando que se seque.
La tercera opción es boca abajo. Y esta es, para la mayoría, la forma más adecuada para almacenar las botellas, pues el corcho no se reseca y entonces queda bien húmedo (y por lo tanto bien sellado).

Esta es la mejor forma de transporte y almacenaje en los almacenes, pero no la mejor forma de almacenar en la cava personal, ya que los sedimentos se producirán sobre el corcho (lo que hará más difícil separarlos al servirlo), y en el caso de que el corcho produzca una gotera (lo que es muy poco probable), entonces podríamos perder el vino. Esta última posibilidad es muy dificil que ocurra, pero hay que estar prevenidos.

Almacenar el vino de esta manera no lo daña, sino que es una práctica muy comunmente utilizada. Además, muchos vinos son transportados boca abajo y almacenados en las tiendas de esta manera. Pero por eficaz, esta forma resulta ser también la más incómoda.
Pero su apilado resulta más complicado. Por eso es que generalmente los vinos que respetan esta forma de transporte son los de más alta calidad. El costo de esta forma de transporte se eleva mucho.
Por lo tanto, lo más conveniente es almacenar nuestras botellas horizontalmente, aunque algunas boca abajo tampoco vienen mal.

EN LA CASA?


Un sótano, bajo-escalera o un mueble de madera cerrado pueden ayudar mantener al menos una aceptable temperatura constante de 20 ºC. Es importante alejarlo de todos los olores penetrantes que puedan interferir sobre todo en le bouquet del vino, como quesos y fiambres, elementos de pintura y limpieza, o, una de los casos más comunes, naftalina. Por último hay que evitar la exposición de las botellas de vino a fuentes de alta temperatura, tales como losas radiantes o estufas, que pueden arruinar el mejor vino de manera rápida, muy rápida.

Las botellas deben depositarse en posición horizontal, para que el líquido se mantenga en contacto con el corcho y éste no se seque (así se impide el paso de oxígeno). Por eso también es importante el tema de la humedad. Cuando el ambiente es muy seco y esta es menor al 60% las posibilidades que el corcho se deshidrate son mayores.

Un buen consejo para evitar las sorpresas desagradables es quitar las cápsulas de las botellas, lo que permite regularmente chequear la evolución de los corchos y detectar a tiempo cualquier problema que puedan presentar. Tampoco hay que moverlos demasiado: el descanso exalta sus propiedades, y hay que tratar de que la luz no les caiga en forma directa (ni los rayos solares ni la luz artificial) porque esto les provoca una transformación química que altera su calidad.

No todos los vinos admiten ser almacenados por largos períodos, los blancos, por ejemplo, no se deben guardar con excepción de los chardonnay que han sido criados en barricas de roble. Y en general tampoco son aptos para conservar por demasiado tiempo todas las variedades livianas, sean blancas o tintas.
Tampoco los espumantes mejoran con el tiempo de guarda, por el contrario, suelen perder presión y calidad de burbuja. Para ellos una buena opción es la heladera. No se afecta la calidad si se los deja allí por un tiempo moderado. Entre los tintos argentinos, el Cabernet Sauvignon y el Malbec son los que mejor se adaptan al paso del tiempo.

Una selección adecuada para el almacenamiento doméstico debe incluir vinos para beber diariamente, una cantidad de vinos para cenas y festejo, y algunas botellas con perfil de guarda de mas largo plazo para aquellas ocasiones especiales. Estas últimas deben ser controladas con más frecuencia, para evitar que el vino se pase especialmente si se trata de vinos blancos o espumosos que, como hemos dicho tiene un potencial de guarda, en general, menor.
Además de los tintos que son los vinos en los que la mayoría de las personas piensa en coleccionar, no hay que olvidar a los vinos de postre como el Sauternes o los oporto vintage, que resultan asombrosos después de algunos años a la sombra. Otro detalle importante a tener en cuanta a la hora de comprar vinos para

guarda es que el vino se añeja mejor en botellas grandes (de 1,5 lts y 3 lts, cuanto más grande mejor) ya que la cantidad de aire en relación con la cantidad de líquido que hay en su interior es mucho menor.





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