AGOSTO 2012
María
Victoria, leyenda viva de la música popular mexicana, en la Fonoteca Nacional
del Conaculta
*** La actriz y cantante recibirá un reconocimiento
por sus aportaciones al patrimonio sonoro
de México, el martes 7 de agosto, a las
19:00 horas
*** María Victoria hablará de la
grabación de discos como una suerte de ritual colectivo
*** Agustín Lara dijo: “María
Victoria, voz que se vuelve carne y perfume al mismo tiempo”
De niña, su ilusión fue ser
modista, nunca quiso ser cantante, actriz ni mucho menos imaginó que su nombre
se convertiría en una leyenda de la música romántica, el mambo y del cine mexicano
en la época de oro. Su canto e interpretación, determinaron una manera de
concebir la sensualidad y trazaron el sello particular de María Victoria, a
quien la Fonoteca Nacional del Conaculta rendirá un homenaje por sus 60 años de
trayectoria y sus aportaciones al patrimonio sonoro de México, el martes 7 de agosto, a las 19:00 horas.
“Cuidadito, cuidadito,
cuidadito: Homenaje a María Victoria”, es el título de la sesión de escucha
dirigida que forma parte del ciclo La
música popular mexicana a través de sus grabaciones III, donde la actriz y
cantante compartirá su historia
fonográfica, revelará detalles de los procesos de grabación de sus discos,
hablará de su relación con directores artísticos y grandes compositores y
reflexionará sobre la forma en que sus vestidos ajustados, su canto, el
mambo y sus coreografías, fueron elementos liberadores en la segunda mitad del siglo XX.
En
esta charla, dirigida por Pável Granados, la intérprete nacida en Guadalajara,
Jalisco, relatará los inicios de su carrera artística en las carpas de
Monterrey, Nuevo León; cuando al ir a ver a su hermana bailar, una empresaria
la invitaría a cantar comenzando a la edad de nueve años, “con cuerpo de señorita,
muy torneadito”, una exitosa carrera impulsada, años más tarde, por el cine y
la televisión.
“Cuando empecé, mi ilusión
fue cantar con el maestro Luis Alcaraz, quien después me contrató para actuar
en el ‘Patio’ de la ciudad de Monterrey. En esa ocasión, me dijo que me
vistiera como grande, pero al llegar al teatro no me dejaron entrar porque era
menor de edad; esa fue mi despedida sin debut”, recordó quien diera vida al
personaje Inocencia en la serie La criada bien criada.
Fue Paco Miller, quien invitó
a la actriz a la ciudad de México para actuar en las carpas al lado de Palillo, Resortes y Mantequilla,
no sin antes trabajar en el teatro Margo de Guadalajara, donde hizo de todo: sketches y bailó en el Ballet de Chela
Rueda, hacia “cuadros” con Pepe Guisar y cantaba.
Con apenas 15 años, María
Victoria provocaba el asedio del público masculino, gracias a su estilo
característico de caminar y pararse en el escenario mientras cantaba
piezas como: “Soy feliz” o “Todavía no me muero”.
“Cuando interpretaba: --¡Es que estoy tan enamorada!--, y yo
empezaba a cantar ‘es que estoy
taaaannnn....’, el público completaba diciendo: --¡buena!--, en otra ocasión recuerdo que una vez alguien me pidió
interpretar ‘Todavía no me muero’, siendo respondido por otro que le gritó en
son de guasa: ‘¡qué esperas!’”,
explicó la cantante.
En 1953, Pérez Prado escribió un mambo
de homenaje a María (así como le escribió otros a personalidades como Marilyn
Monroe, Chano Pozo, Stan Kenton). En este caso, la propia María Victoria
colaboró con su voz interpretando fragmentos de algunas de sus canciones más
populares; por su parte, Pérez Prado canta una estrofa elogiando su estilo y su
voz.
Como cantante, María
Victoria tuvo 50 éxitos seguidos, siendo el primero “Soy feliz”; le siguieron “Mil
besos”, “Todavía no me muero”, “Así, así…”, entre otras, en una época donde la
grabación de discos era una suerte de ritual colectivo que involucraba a
músicos e intérpretes.
María
Victoria grabó en discos de 78 revoluciones y fue pionera de los discos de 33,
ella relata los procesos de grabación: “Se grababa con tanto sentimiento como
si estuviera actuando en vivo. La orquesta estaba con uno, pero si ya casi
terminábamos el disco y de repente un violín o un cantante, hacía una nota mal
o se le salía un gallito o había una equivocación, empezábamos otra vez la
piezas desde abajo; nada de por pedazos, completita la canción, así eran como
se hacían las grabaciones en aquella época”.
Gracias
a su físico, María Victoria protagonizó las primeras portadas de discos LP, su
rostro y figura fueron distintivos, lo que trajo, además de su calidad
interpretativa, a los grandes compositores que escribieron canciones para ella,
sólo por el gozo de escuchar sus temas en la voz de esta singular intérprete.
María Victoria comentó: “Cuando
trabajaba en el Margo, en Guadalajara, se me presentó la oportunidad de cantar
con la orquesta de Agustín Lara. El maestro me dijo que cantara sólo dos
canciones de él y me recomendó que saliera ‘seriecita’ y que no me moviera para
que no me empezarán a gritar, pero el público me pedía que cantará mis éxitos,
entonces él me grito que caminara para calmar a la gente. Tiempo después, tras
escribir para mi ‘Tengo ganas de un beso’, me mandó un recado diciendo: María
Victoria, voz que se vuelve carne y perfume al mismo tiempo”.
María
Victoria es erotismo desbordado y contenido, una forma de ser y actuar en
congruencia, protagonista de la moda, talento y figura de los espectáculos
nocturnos de la ciudad de México. Aunque el estigma de vampiresa la
acompañó hasta su interpretación de Inocencia
en La criada bien criada, María
Victoria recuerda que no fue fácil llegar al éxito en una época con muchas
trabas morales.
“Letras
como ‘Yo no sé que tengo en mi pensamiento que me roba el sueño, que no sé que
tengo que dormir no puedo’, me la suspendió la Liga de la Decencia en ese
tiempo, me prohibieron cantarla, pero si hubiera cantado algo así como ‘ya no
siento nada al hacerlo contigo’, creo que todavía estaría en la cárcel”, afirmó
la actriz y cantante.
Sobre su
personaje de La criada, María
Victoria destacó que hizo a tres distintas: una Inocencia ingenua, otra coqueta y respondona, y la última: un
poquito de todo. “Este personaje lo hacía primero en las carpas, pero era una
indita, y cuando ya empecé a triunfar y me fui de gira por Sudamérica y los
Estados Unidos, el papel se le quedó a María Elena Velasco, quien le dio vida a
esa indita como la India María, y yo a esa indita la convertí en La criada bien criada”, dijo.
Para festejar sus 60 años
de carrera artística, gracias a la tecnología, María Victoria lanzará un disco
en el que canta con José Alfredo Jiménez, María Luisa Landín, Juan Gabriel y
Marco Antonio Solís.
En
la sesión de escucha dirigida
La música popular mexicana a través de
sus grabaciones III, el público
escuchará documentos sonoros del archivo de la Fonoteca Nacional, que dan
cuenta de la trayectoria y aportaciones a la música popular mexicana de esta
intérprete de compositores como Luis Alcaraz, Agustín Lara, Juan Bruno Tarraza
y Consuelo Velázquez, entre otros.
María
Victoria estará acompañada por Iván Restrepo, amigo y conocedor de la
trayectoria teatral de la homenajeada y de Gustavo García, el martes 7 de
agosto, a las 19:00 horas en la Fonoteca Nacional, que se ubica en la calle
Francisco Sosa 383, Barrio de Santa Catarina en Coyoacán. A dos cuadras de la
estación del metro Viveros. Entrada libre.